El cubano Félix Guirola construyó
su primera bicicleta gigante con la idea de recaudar dinero para su
hermana discapacitada, pero el proyecto se volvió afición y ahora su meta
es ingresar al Libro Guinness de los Récords pedaleando a ocho metros de
altura por las calles de La Habana.
En su humilde casa de la calle Amargura de La Habaja Vieja, este hombre de 48 años armó un pequeño taller donde trabaja con fierros y partes de bicicletas después de su jornada laboral, para cumplir su sueño de lograr una plusmarca mundial reconocida internacionalmente.
La mujer de Guirola, Francisca Acosta, piensa él tiene una "obsesión" con las bicicletas gigantes, pero lo apoya en su empeño de entrar a la colección de hazañas del Guinness.
En su humilde casa de la calle Amargura de La Habaja Vieja, este hombre de 48 años armó un pequeño taller donde trabaja con fierros y partes de bicicletas después de su jornada laboral, para cumplir su sueño de lograr una plusmarca mundial reconocida internacionalmente.
La mujer de Guirola, Francisca Acosta, piensa él tiene una "obsesión" con las bicicletas gigantes, pero lo apoya en su empeño de entrar a la colección de hazañas del Guinness.
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