El sanguinario etarra Josu Uribetxeberria Bolinaga fue puesto en libertad por "razones humanitarias" puesto que tanto el Ministerio del Interior como el juez de vigilancia penitenciaria consideraban que su enfermedad era terminal y que moriría en breve.
Sin embargo, Bolinaga recibió el alta médica del hospital de San Sebastián y abandonó por su propio pie el centro de salud marchándose en un coche particular y no en una ambulancia como se preveía y tal como se esperaba dado el estado de salud que se había comunicado que tenía y que justifica su libertad.
Poco después de salir del hospital Bolinaga asistió también a un homenaje en la localidad de Mondragón. Su estado de salud también le permitió acudir junto con las decenas de personas que le recibían como un héroe a un local del entorno de Batasuna-ETA donde pudo disfrutar de un tradicional "aurresku", un baile vasco, para después despedirse de los jóvenes proetarras antes de ir a su domicilio.
Por las mañanas el etarra, que nunca se ha arrepentido de sus crímenes, pasea tranquilamente por las calles de Mondragón, pasa por el Ayuntamiento, saluda a sus amigos y para en un bar de la localidad.
El gobierno liberal del Partido Popular sigue los mismos pasos que el anterior gobierno socialista, en España los gobiernos controlados por la masonería están al servicio de la banda terrorista ETA.
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