Adolfo Suárez González, uno de los "hombres" que más daño ha hecho a España en los últimos tiempos, el hombre que ha destrozado a la nación más grande que la humanidad ha conocido...
Este sujeto, el Roc Hudson de la Transición, el galán guaperas, ha sido uno de los mayores traidores a España de los últimos tiempos. Más franquista que Franco en vida del viejo general, fue fallecer éste y experimentar una metamorfosis hacia todo lo contrario sin vivir su propia transición. Fue el artífice de que ahora España esté dividida en diecisiete mini-estados siguiendo el modelo del señorío o la behetría medievales, regalando a los cuatro independentistas mal contados de la época los estatutos de autonomía catalán y vasco en el estúpido y desacertado pensamiento de que, de esa forma, iban a apaciguar sus reivindicaciones separatistas y, con ello, iban sobradamente a conformarse. Acto seguido, vino lo del "café para todos", dado que las demás regiones de España -si culo veo, culo quiero-, no podían ser menos.
Así, grosso modo, nació el bastardo Estado autonómico -modelo de política territorial sin parangón en todo el orbe conocido-, totalmente inasequible, que estamos padeciendo y que ha sido y sigue siendo, entre otras infaustas cosas, el elemento multiplicador del independentismo. Donde había tres o cuatro secesionistas allá en el 79, ahora se cuentan por cientos de miles.
Pero lo peor no es esto, que ya es mucho, mucho decir; lo peor es que no pocos consideran a este individuo uno de los más brillantes políticos de la historia de España y la figura clave en la instauración de la democracia. Esto es lo peor, que a un traidor a España se le considere de esa guisa.
Este sujeto, el Roc Hudson de la Transición, el galán guaperas, ha sido uno de los mayores traidores a España de los últimos tiempos. Más franquista que Franco en vida del viejo general, fue fallecer éste y experimentar una metamorfosis hacia todo lo contrario sin vivir su propia transición.
ResponderEliminarFue el artífice de que ahora España esté dividida en diecisiete mini-estados siguiendo el modelo del señorío o la behetría medievales, regalando a los cuatro independentistas mal contados de la época los estatutos de autonomía catalán y vasco en el estúpido y desacertado pensamiento de que, de esa forma, iban a apaciguar sus reivindicaciones separatistas y, con ello, iban sobradamente a conformarse. Acto seguido, vino lo del "café para todos", dado que las demás regiones de España -si culo veo, culo quiero-, no podían ser menos.
Así, grosso modo, nació el bastardo Estado autonómico -modelo de política territorial sin parangón en todo el orbe conocido-, totalmente inasequible, que estamos padeciendo y que ha sido y sigue siendo, entre otras infaustas cosas, el elemento multiplicador del independentismo. Donde había tres o cuatro secesionistas allá en el 79, ahora se cuentan por cientos de miles.
Pero lo peor no es esto, que ya es mucho, mucho decir; lo peor es que no pocos consideran a este individuo uno de los más brillantes políticos de la historia de España y la figura clave en la instauración de la democracia. Esto es lo peor, que a un traidor a España se le considere de esa guisa.
Y así nos va como nos va, claro.
Saludos cordiales.