sábado, 13 de octubre de 2012

Lutero amaba a Satanás.


El primer grupo conocido anti Católico, es la Iglesia Luterana.

Martín Lutero quien fue Cardenal y aspirante al Trono de Pedro, El Papado. Como no fue el escogido como tal, decidió vengarse del Vaticano, diciendo y popularizando "Que la Iglesia Católica Apostólica y Romana era la institución del diablo". A raíz de esto empezaron a ser víctimas de estos protestantes: los monasterios de hombres y mujeres, asesinando, violando y quemando a los fieles. De ahí hasta hoy día existen apróximadamente mas de 32.000 facciones del culto verdaderamente satánico que es el protestantismo: Evangelicos, Adventistas, Cuadrangulares, Mormones... y una serie de cultos falsos que toman raíces en nuestra Santa Religión Católica. No nos olvidemos de Los Testigos de Jehová, secta que se puede decir el último alarido de la moda, en lo que en hacer daño se refiere. Secta creada en 1908 por un maestre masón de apellido Rusell, quien al acomodar la Sagrada Palabra de Dios a su conveniencia, creó una nueva facción, supuestamente pacífica, esto en los actos, porque en sus famosas predicas lo único que hacen es hablar mal de la SANTA MADRE IGLESIA CATÓLICA, tratando así de captar gente para su secta. Este grupo masónico protestante y todo el protestantismo juraron destruir a la Iglesia Católica, destruyendo nuestra religión, robandonos fieles que no han logrado comprender la Magnificencia del Catolicismo, los envaucan, destruyendo primero la Santísima Trinidad y segundo arrebatando el Sagrado lugar que Dios dió a La Santísima Virgen María, blasfefando contra su pureza y accionar... Los Testigos de Jehová y en definitiva todos los protestantes son gente guiada por grandes estafadores, narcotraficantes y de mas delincuentes, que bien sabido es que son muchísimos pastores. 

Los católicos tenemos que unir fuerzas con Dios y con la Iglesia e inculcar como lo hicieron con nosotros nuestros Padres, la Religión Católica con verdadera fe y devoción. Que los Sacerdotes nuestros empiecen a enseñar nuevamente la fe como debe de ser, no como lo hacen hoy, es decir con temor.

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