Visité varias veces a Rafael García Serrano en su domicilio de Madrid para que me firmara sus libros.
Su despacho, muy cerca de la entrada, tenía una antigua mesa de madera
protegida por un cristal debajo del cual guardaba no sólo recuerdos del
pasado, sino también del presente. De hecho, tengo en la cabeza
pegatinas políticas del momento que a él le llamaban la atención. Detrás, hasta el techo, y era de esos pisos antiguos bien altos, una estantería donde ya no cabía ni la memoria.
Además, me daba la impresión de que la falta de espacio por la
expansión territorial de la cultura, se trasladaba a otras estancias de
su casa familiar.
No recuerdo muy bien por qué, quizás hablando de Argentina, a mí su libro de los conquistadores, Cuando los dioses nacían en Extremadura me chiflaba, me dio una carta de Juan Domingo Perón donde
afirmaba que justicialismo y falangismo eran la misma cosa. Yo no le di
importancia a la misiva manuscrita. De hecho, ni me acordaba donde
estaba la fotocopia. Ahora, ordenando papeles en la biblioteca, sana tarea que recomiendo para refrescar nuestro disco duro, me he dado de bruces con ella.
Me falta parte del contexto, no sé muy bien a qué artículo de Rafael
García Serrano se refiere el general Perón publicado en "7 fechas", pero
en su agradecimiento deja bien claro que para él, "justicialismo y falangismo son la misma cosa separados solo por el espacio". Curioso
donde acabaron ambos movimientos políticos. El primero, aún vigente en
Argentina, degradado en sus esencias por politicastros que han hecho de
su ideología una forma personal y familiar de negocio. El segundo, sin
ningún futuro político, usado a conveniencia por el franquismo,
desconocido y olvidado por la gran mayoría de los españoles. Por su
interés, reproduzco la misiva:
Juan Perón
Madrid, 21 de diciembre de 1963
Señor Don Rafael García Serrano
Madrid
Mi querido amigo:
He leído con incontenible emoción su carta y su artículo de "7
fechas" y deseo hacerle llegar la expresión más sentida de mi gratitud.
Siempre he pensado que la hidalguía española es el más preciado
patrimonio de esta gloriosa tierra, pero mis años de convivencia aquí me
han convencido que esa virtud hispánica va mucho más allá de cuanto
había imaginado.
El gobierno argentino, expresión acabada del demoliberalismo cipayo y
vendepatria, pretende molestar, sin percatarse que la calumnia y la
diatriba son las razones de los que no tienen razón. "Ladran, señal que
cabalgamos".
¡Muchas gracias! El justicialismo y el falangismo son la misma cosa
separados solo por el espacio por eso me halagan sus palabras de
falangista que, para nosotros, suenan a camaradería.
Un gran abrazo.
Escritos de Romualdo Maestre.
*La afirmación de que "el falangismo no tiene futuro político" es una opinión personal de Romualdo...
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