Un equipo de arqueólogos del Museo Nacional de Historia Natural Smithsonian de los Estados Unidos presentó una serie de pruebas que confirman que los primeros colonizadores del país se convirtieron en caníbales.
La localidad de Jamestown, en Virginia, se convirtió en un escenario sórdido durante el invierno que abarcó desde diciembre de 1609 a febrero de 1610, cuando el hambre, el frío y el aislamiento forzaron a algunos de sus 6 mil habitantes a desenterrar cuerpos humanos para comerlos, informó el sitio The National Post.
El invierno entre 1609 y 1610 pasó a la historia como el "período de la hambruna", en el cual murieron cientos de personas por falta de alimento. Pero un grupo de colonos desenterró el cuerpo de una chica de 14 años que había fallecido por causas naturales y, según los arqueólogos, cortaron parte de su cabeza y su torso para alimentarse.
El estado de Virginia fue una de las 13 primeras colonias británicas en lo que después serían los Estados Unidos, pero los comienzos de la república fueron difíciles y los habitantes de Jamestown recurrieron a perros, gatos, serpientes y hasta ratas para alimentarse. Sin embargo, el canibalismo era sólo un mito, según el sitio del Smithsonian.
Hasta esta semana, la única evidencia de posibles casos de canibalismo era el diario de George Percy, uno de los primeros líderes de Jamestown, quien describió en sus notas un "mundo de miserias" donde era normal desenterrar cuerpos para comerlos y no morir de hambre. "Nada era descartado para salvar la vida", señaló.
Sin embargo, la víctima encontrada era una niña que había muerto por causas naturales antes de ser devorada, contrario al caso de un hombre que asesinó, cocinó y se comió a su mujer embarazada, según los relatos de Percy y el colono John Smith.
El cuerpo de la niña de 14 años, quien fue nombrada "Jane" por los investigadores, fue el cuarto en ser encontrado enterrado lejos del cementerio "oficial" de Jamestown.
La localidad de Jamestown, en Virginia, se convirtió en un escenario sórdido durante el invierno que abarcó desde diciembre de 1609 a febrero de 1610, cuando el hambre, el frío y el aislamiento forzaron a algunos de sus 6 mil habitantes a desenterrar cuerpos humanos para comerlos, informó el sitio The National Post.
El invierno entre 1609 y 1610 pasó a la historia como el "período de la hambruna", en el cual murieron cientos de personas por falta de alimento. Pero un grupo de colonos desenterró el cuerpo de una chica de 14 años que había fallecido por causas naturales y, según los arqueólogos, cortaron parte de su cabeza y su torso para alimentarse.
El estado de Virginia fue una de las 13 primeras colonias británicas en lo que después serían los Estados Unidos, pero los comienzos de la república fueron difíciles y los habitantes de Jamestown recurrieron a perros, gatos, serpientes y hasta ratas para alimentarse. Sin embargo, el canibalismo era sólo un mito, según el sitio del Smithsonian.
Hasta esta semana, la única evidencia de posibles casos de canibalismo era el diario de George Percy, uno de los primeros líderes de Jamestown, quien describió en sus notas un "mundo de miserias" donde era normal desenterrar cuerpos para comerlos y no morir de hambre. "Nada era descartado para salvar la vida", señaló.
Sin embargo, la víctima encontrada era una niña que había muerto por causas naturales antes de ser devorada, contrario al caso de un hombre que asesinó, cocinó y se comió a su mujer embarazada, según los relatos de Percy y el colono John Smith.
El cuerpo de la niña de 14 años, quien fue nombrada "Jane" por los investigadores, fue el cuarto en ser encontrado enterrado lejos del cementerio "oficial" de Jamestown.
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