Un cliente de una pizzería de Florida se quiso amparar en la polémica
ley estadounidense de defensa propia tras disparar dos veces contra
otro durante una discusión banal, que comenzó porque el segundo de ellos
se quejó de que tardaban en traerle la pizza.
Según confirmó la Policía local, el incidente tuvo lugar en una pizzería de la localidad de San Petersburgo (Florida), cuando Randall White, de 49 años, increpó a un empleado del local porque su pizza tardaba más de los diez minutos prometidos. Michael Jock, otro cliente de 52 años, le dijo que se calmara.
Ambos se enzarzaron en una discusión, que fue subiendo de tono, y en el momento en que White hizo ademán de propinarle un puñetazo, Jock sacó un arma que llevaba y disparó una vez contra White. Ambos siguieron forcejeando un rato, hasta que éste volvió a disparar.
Cuando la Policía acudió al lugar, el agresor alegó que ambos disparos fueron en defensa propia y dijo querer ampararse en la controvertida ley "Defiende tu posición" para no ser detenido.
Esta ley, que está vigente en Florida y en otra veintena de estados de Estados Unidos, ampara el uso de la violencia, aunque sea letal, ante alguien que suponga una amenaza, incluso aunque exista oportunidad de huir de forma segura.
Según confirmó la Policía local, el incidente tuvo lugar en una pizzería de la localidad de San Petersburgo (Florida), cuando Randall White, de 49 años, increpó a un empleado del local porque su pizza tardaba más de los diez minutos prometidos. Michael Jock, otro cliente de 52 años, le dijo que se calmara.
Ambos se enzarzaron en una discusión, que fue subiendo de tono, y en el momento en que White hizo ademán de propinarle un puñetazo, Jock sacó un arma que llevaba y disparó una vez contra White. Ambos siguieron forcejeando un rato, hasta que éste volvió a disparar.
Cuando la Policía acudió al lugar, el agresor alegó que ambos disparos fueron en defensa propia y dijo querer ampararse en la controvertida ley "Defiende tu posición" para no ser detenido.
Esta ley, que está vigente en Florida y en otra veintena de estados de Estados Unidos, ampara el uso de la violencia, aunque sea letal, ante alguien que suponga una amenaza, incluso aunque exista oportunidad de huir de forma segura.
Huir del peligro
En buena parte del resto del mundo, si un civil ve la oportunidad de huir del peligro de forma segura, su obligación es hacerlo, y dejar a las fuerzas del orden que lidien con la situación.
Jock explicó a los agentes que temía que White tuviera algún objeto en la mano con el que pudiera agredirlo e incluso matarlo.
Sin embargo, los policías descartaron que en realidad hubiera llegado a temer por su vida y lo detuvieron por causar lesiones a otra persona y por disparar un arma dentro de un edificio. Se le impuso una fianza de 20 mil dólares.
Esta misma ley fue la que permitió que a comienzos de año el vigilante voluntario George Zimmerman permaneciera en libertad sin cargos después de disparar y matar a Trayvon Martin, un adolescente negro que iba desarmado.
Este suceso, ocurrido también en Florida, desató una ola de protestas a nivel nacional que finalmente derivó en su acusación -aunque espera en libertad a ser juzgado- y exacerbó las críticas a una ley a la que se recurre con cierta frecuencia y que, según sus opositores, se ha convertido en una vía para que tenga legitimidad actos violentos y homicidios.
En buena parte del resto del mundo, si un civil ve la oportunidad de huir del peligro de forma segura, su obligación es hacerlo, y dejar a las fuerzas del orden que lidien con la situación.
Jock explicó a los agentes que temía que White tuviera algún objeto en la mano con el que pudiera agredirlo e incluso matarlo.
Sin embargo, los policías descartaron que en realidad hubiera llegado a temer por su vida y lo detuvieron por causar lesiones a otra persona y por disparar un arma dentro de un edificio. Se le impuso una fianza de 20 mil dólares.
Esta misma ley fue la que permitió que a comienzos de año el vigilante voluntario George Zimmerman permaneciera en libertad sin cargos después de disparar y matar a Trayvon Martin, un adolescente negro que iba desarmado.
Este suceso, ocurrido también en Florida, desató una ola de protestas a nivel nacional que finalmente derivó en su acusación -aunque espera en libertad a ser juzgado- y exacerbó las críticas a una ley a la que se recurre con cierta frecuencia y que, según sus opositores, se ha convertido en una vía para que tenga legitimidad actos violentos y homicidios.
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