domingo, 16 de diciembre de 2012

El problema del narcotráfico.

El problema del narcotráfico, sumamente álgido para Hispanoamérica; sobre todo para países como Perú, Colombia, Bolivia, e incluso México donde ya se combate en las calles este flagelo; es un tema actual y que debe ser solucionado perentoriamente. Algo que no ha sido hecho por los gobiernos democráticos de nuestros respectivos países, empapados de la consuetudinaria corrupción en todos los niveles del Estado.

Es necesario combatir el consumo en nuestras ciudades, salvar a nuestra juventud que es nuestro futuro de las garras de este vicio. También las naciones desarrolladas de Europa y EEUU deben aportar en este tema, controlando a sus millones de consumidores que forman el mercado mundial de la droga.

Podemos ver la poca voluntad política de la potencia americana por combatir de verdad al narcotráfico. Detrás de esto hay intereses sumamente poderosos, que no permiten terminar con este flagelo debidamente. El narcotráfico mueve miles de millones de dólares, promoviendo la corrupción en los distintos niveles de nuestros estados. A pesar de la inversión hecha, vemos como Colombia y el Perú, son los primeros productores de cocaína a nivel mundial, vergonzoso titulo que nos deja mal ante la vista del mundo entero.
 
Pero detrás de este problema, hay otro tipo de interés. El narcotráfico es el pretexto perfecto para intervenir en Hispanoamérica una vez más. Todos sabemos que las luchas y guerras del futuro ya no serán por el petróleo como hasta ahora, sino por el agua, necesaria para la vida humana. Las reservas más grandes sobre la tierra de este líquido elemento se encuentran en nuestra selva amazónica. Ya hay voces en EEUU que dicen que dicha selva debería ser un territorio de control “internacional”, al estilo de la Antártida, negando así nuestra soberanía sobre nuestros recursos, para entregarlos a un amorfo grupo “internacional”, cuando en verdad la ambición americana es hacerse simple y llanamente de esta riqueza natural.

El Brasil, intuyendo esto, quiere acelerar su desarrollo, fortaleciéndose tanto económica como militarmente. Pero hay gobiernos como el de Venezuela con Chávez y Bolivia con Morales, que propician esta situación, al dar facilidades al narcotráfico.

Es nuestro deber, como nacionalsindicalistas, combatir este azote que empobrece y criminaliza a nuestros países. No debe haber tregua para el narcotráfico, hasta que quede aniquilado. Y esto se debe hacer por las buenas, las malas, o las peores.

Un Perú Nacionalsindicalista es incompatible con el narcotráfico.
  
Falange Peruana de de Unión Revolucionaria (FE de la UR)

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